jueves, 26 de junio de 2014

Pequeña ruta pirenaica

No es que sea yo muy amigo grandes rutas en un día, por aquello de que me gusta más la Mahou que las curvas, pero había que aprovechar la oportunidad y poner una pica en Pirineos.

Mi conocimiento de la zona era nulo, así que calculé un poco a ojo los tiempos y a ciegas me decidí por ir hasta Sabiñánigo para luego volver en zigzag hasta a Logroño. Y la cosa no salió nada mal, oiga.

El camino hasta hasta Sabiñánigo se presentaba aburrido, entre autovía y nacional por aquello de llegar rápido y aprovechar el día, así que decidí desviarme hasta Sos del Rey Católico por hacerlo más ameno. Allí, el desayuno de los campeones (caña aquí, por favor) y un mapa de carreteras acabó de perfilar las primeras rampas que iba a subir.

Sos del Rey Católico
Podía regresar a la carretera de Jaca por donde vine, pero el mapa decía que la carretera A-1601 era un poco más retorcida, así que me decidí a ir por ella. Y sí, amigos, era retorcida y llena furacos, aunque con agradables paisajes.

La carretera A-1601

Bajando el puerto se veía ya la nieve de Pirineos

Un pueblo ¿abandonado?

Embalse de Yesa. Un día magnífico para andar en moto.

Me incorporo de nuevo a la nacional y no tardo mucho en llegar a Sabiñánigo. En una gasolinera paro a repostar y a comer un pinchu, mientras doy un poco la parpayuela con un par de camioneros: un andaluz y un portugués. El primero hablaba, el segundo asentía mientras hacía bailar un palillo en la boca.

Sigo hacia mi destino. Era ya la una y pico de la tarde y solamente llevaba doscientos kilómetros y dos mil mosquitos.

Me comen los bichos

Empiezo a darle candela a la GS y enfilo el primer paso pirenaico, el Portalet. Casi sin darme cuenta me planto arriba disfrutando del paisaje como un guaje pequeño. Espero a ver el cartel del puerto o de que he cruzado a Francia, y no lo veo. Arriba están en obras y se los cepillaron. Lo primero que me indica que ya crucé la frontera es un cartel que dice "sortie de camions".

Portalet
Portalet

Un rincón en la bajada del Portalet

Culmino la bajada hasta el desvío para el Col d'Aubisque. Se me ponen los dientes largos, pero si lo cojo sé que no vuelvo en el día a Logroño, porque me voy a enredar. Con penita sigo un rato la carretera sin saber dónde estoy exactamente hasta que un cartel me indica el camino hacia el Col de Marie Blanque y me tiro hacia él, coronándolo rápidamente.

El niño jodiendo la foto

Col de Marie Blanque

Superado Marie Blanque, comienzo una larguísima bajada. No tengo ni idea de por dónde fui, aunque por la carretera apenas cabían dos coches. Aparecí en un pueblo llamado Arette, donde tomé un refrigerio. Un bar, olor corporal, sobacas femeninas peludas, un borracho hablando perfectamente español que acaba hablando en inglés conmigo, Coca-Cola fría y un cartel indicando la proximidad del Col de la Pierre de Saint Martin. ¿Qué más podía pedir?

Ayuntamiento de Arette

Ataco la Pierre de St. Martin, un puertazo larguísimo. Precioso. Me recreo haciendo unas cuantas fotos porque merece la pena y es el primer momento del día en el que baja algo la temperatura.




Como siempre, me persigue el ganao



La bajada hacia España

Ya por carreteras navarras, llego hasta las inmediaciones de Isaba. Aún sigo rodando un poco a palpu, sin saber muy bien qué camino debo coger y por sorpresa subo otro pequeño puerto, el alto de Laza.

Alto de Laza

Al final de la bajada empalmo la carretera a Francia por Orhy, es decir, el puerto de Larrau. De nuevo, vistas impresionantes tanto en la subida, como en la cima y la bajada.

La subida, con el pico Orhi al fondo, primer monte de más de 2.000 m empezando por el oeste de los Pirineos

Cima del puerto Larrau

Tremendas vistas

La bajada hacia Larrau

Tras la larga bajada hacia Larrau, ya es hora de ir pensando en el camino de vuelta hacia casa. Decido pasar el Col de Bagargi para, desde San Juan de Pie de Puerto, agarrar ya el último paso montañoso de la jornada. Subo Bagargi apartando vacas, muchas vacas, y corono rápidamente el Col. Cuando paro delante del cartel para sacar la foto, llega un parroquiano hablando en francés, por supuesto, y no sé lo que me dice, hasta que creo entender la palabra "helicóptero". En ese momento, alzo un poco la vista y veo a un ciclista tirado en el suelo, rodeado de sus compañeros, mientras le hacen un masaje cardíaco. Ya me doy cuenta que va a bajar un helicóptero a buscarlo y tengo que apartarme. Entretanto llegan una ambulancia, bomberos, médicos, aterriza el helicóptero... Finalmente, después de casi una hora intentando reanimar al pobre paisano, lo tapan con una sábana y fin. Seguramente, si hubiera estado más cerca de los servicios de emergencia, habría tenido una alguna posibilidad, pero no fue así y ahí arriba se quedó.

Col de Bagargi, ya de triste recuerdo para mí.

Ambulancia de los bomberos. Llegó aproximadamente 30 minutos después de que le diera el infarto

Helicóptero de los gendarmes

Me voy de allí bastante consternado, afrontando con mucha calma la bajada hasta San Juan Pie de Puerto, donde contaba haber parado a visitar el pueblo, merendar y comprar alguna pegatina para las maletas, pero ya no tenía ganas de nada, solamente de llegar a casa y descansar. Cogí la carretera de Pamplona, salpicada por varios altos, siendo el más importante el de Ibañeta, donde paro a sacar la foto y echar un cigarrín.

Se acaba la aventura pirenaica por el puerto de Ibañeta (o de Roncesvalles)

Con sabor agridulce digo un "hasta pronto, Pirineos" y llego a Logroño con casi setecientos kilómetros encima para despedirme de las vacaciones, que fueron bastante productivas. Prometo volver a perderme por estas tierras y espero no tardar...

¡Que vos preste!

3 comentarios:

  1. Prestome asgaya, me jodio bastante lo del probe paisano que casco encima la bici o debajo de ella pero bueno cosas que pasan, por lo demás los Pirineos tienen mucho que aportar, yo estuve el añu pasau y tengo que volver que me quedo algo por andar.......................ALA ROXU PONTE A TRABAYAR ALGO QUE FACES MAS KM QUE EL ALSA DE MENTO EH....

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Mal final para una ruta fantástica. Que no sea ese el recuerdo que te quede...Volverás y te curarás.
    Gracias por compartir.
    Gelu.

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