jueves, 3 de noviembre de 2011

Recordando proezas (I) Subida a Cotobello

El otro día, hablando con un compañero de motofarturas, gin-tonics y otras alegrías, pensamos que sería recomendable rescatar del foro de la Suzuki Van Van (www.suzukivanvanmotoclub.com), las crónicas de las grandes aventuras vividas con la culona de 125. En algunos casos, son aventuras con mayúsculas; en otros, simplemente que el compañero es un maestro del teclado querty, y merece la pena que todo el mundo se pueda echar unas risas.

Inauguramos, pues, la serie "Recordando proezas", escrita por Merucu (http://demealgo.blogspot.com/) y remasterizada por un servidor.

Primer capítulo: Subida a Cotobello, 15 de enero de 2011

No suelo hacer de voz en off, pero qué coimes...

Esta vez la manada asturcelta no ha acudido en masa a la llamada, pero sí tres de los más trastornados elementos del octavo de litro; a saber: Roxu, Jutiel y un servidor el merucu-merecu.
La ruta no estaba en un principio bien definida, así que decidimos acordar destino en las inmediaciones de Oviedo donde íbamos a encontrarnos con Jutiel. ¡Ay, amigos! La AS-II tiene dos cosas: pocos coches y, en estas primeras semanas de enero, una brisa-sirocco que da gloria. Al llegar a la Corredoria, El Roxu y el que narra notamos un repliegue de un 30% de la bolsa escrotal hacia la caverna inguinal. Jutiel se regodeaba en sus adentros bien protegidico por su pantalla y unos puños calefactables cortesía de la resaca navideña.


Decidimos visitar la cima de Coto Bello que había quedado pendiente del verano pasado. El clima genial, valle del Nalón a la sombra, túneles y de nuevo una brisa-calima que hizo que llegáramos a Moreda con los ojos colgando, los dedos rígidos y una merma escrotal ya de un 40%. Decidimos tomar un refrigerio consistente en cafe-au-lait con hielo y arrancamos hacia las faldas de Cotobello.


Tras ignorar los consejos de los lugareños que alertaban sobre pavimentos más o menos deslizantes, nos vimos inmersos en unas curvas sombrías que tenían como azucar-glass así espolvoreaico por encima. Tras ver que nos íbamos de la rueda trasera con alegría y poco arte (a algunos todavía nos dura el susto) decidimos hacer el ascenso con muuuuuucha calma.


Pero, vamos, mereció la pena. Y como muestra de ello, unas simpáticas y entrañables instantáneas:





Tras hacer un poco la mona por la zona, (embrozando las motos hablando claro) decidimos bajar al valle otra vez. Jutiel, por compromisos adquiridos, arrancó para casa (esperemos que ya haya llegado que no tenemos constancia de ello) y el Roxu y aquí el que comenta fuimos a Felechosa-sur-mer a hacer una ingesta apropiada a los fríos que estábamos pasando. Quiero señalar que a la llegada al chigre la reducción de las gónadas alcanzaba un preocupante 70%).


Tras sendos menuses arrancamos hacia Gijón desviándonos en Cabañaquinta por el alto de la Collaona-Pola Laviana-Langreo-Alto de la Madera. Y madera lo que es madera había, en el alto estaban los entrañables agentes de la guardia civil de tráfico, dando paseos con sus BMW's y otros jugando con el radar de la PS3. Unas Mahous en Gijón y unas arengas previas al partido del Sporting, dieron por finalizada esta primera motofartura del 2011.


CONCLUSIONES
1. No ir por la sombra en estos días.
2. Llevar marianos o en su defecto mallas de Batman conectadas al tubo de escape.
3. Para tener éxito de convocatoria, no hablar de motos, montes o caleyas, comentar el menú sin omitir detalle de grasa, carnona y postre.
Vamos, que lo pasamos bien.

¡Que vos preste!

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